¿A cuántas personas les has escuchado decir «yo es que soy así»? Más de las necesarias, quizás. Es una expresión común que muchos utilizan para justificar comportamientos, actitudes o rasgos de personalidad. Aunque puede parecer una afirmación inocua y autocomprensiva, tiene profundas implicaciones psicológicas.

Cuando alguien dice «yo soy así», suele pensar que es una forma de expresar autenticidad y aceptación personal, donde la persona se siente cómoda con quién es. Sin embargo, también puede ser una barrera para el cambio y el crecimiento personal.
La autoaceptación es un componente crucial de la salud mental. Aceptarnos a nosotros mismos tal como somos, con nuestras virtudes y defectos, es esencial para nuestra autoestima y bienestar emocional. Decir «yo soy así» puede reflejar una autoaceptación saludable donde la persona reconoce sus características y las abraza sin juicio.
Peeeeeero…puede ser una excusa para evitar el cambio y una forma de quitarse responsabilidad sobre las acciones. Es decir, puede ser utilizada como una forma de justificar comportamientos y actitudes sin asumir responsabilidad por ellos, siendo un mecanismo de defensa que protege la autoestima de la persona al evitar el reconocimiento de sus errores o la necesidad de cambio.
Cuando alguien dice «yo soy así», sugiere que sus características y comportamientos son inmutables y que se deben a factores externos, sin que esa persona «pueda» hacer nada para cambiarlo.
Implicaciones en las Relaciones Interpersonales
- Es una declaración defensiva que cierre la puerta a la comunicación abierta y al compromiso.
- Destroza la empatía y la flexibilidad en nuestras relaciones.
- No se asume la responsabilidad de las acciones, por lo que conlleva consecuencias.
¿Qué pasaría si dejaran de usarlo como escudo?
Las personas empezarían a reconocer y aceptar sus errores, hecho que no sólo fortalece la integridad personal, sino que también fomenta la humildad y la apertura al aprendizaje continuo.
Estarían más inclinadas a adoptar una mentalidad de crecimiento, como indicaba la psicóloga Carol Dweck.
Tomarían el control de su vida, lo que lleva a una mayor satisfacción y realización personal, ya que se sienten más capaces de influir en su destino y alcanzar sus metas.
Se abren a la posibilidad de entender mejor a los demás, fomentando una mayor empatía y comprensión en las relaciones interpersonales, mejorando la calidad de sus interacciones y fortaleciendo sus vínculos emocionales.
Reducirían el estrés y la ansiedad asociados con la autojustificación y la defensa constante de uno mismo. Al aceptar que el cambio es posible y positivo, las personas pueden liberar la carga emocional de sentirse atrapadas en comportamientos inmutables.
Y además, pueden sentirse más valoradas y satisfechas consigo mismas.
TODOS tenemos el poder de cambiar y crecer. Al desafiar las creencias limitantes y adoptar una perspectiva de crecimiento, podemos transformar ese «yo soy así» en «¿Cómo puedo ser mejor persona?».
¡¡Super interesante!! Me ha encantado esta entrada Mirian, enhorabuena
¡Gracias Paula!